La "querida" maestra tenía en ese entonces como 50 años, para fortuna de ella la hija de la rectora del colegio, graduada en física pura. Yo estaba en decimo grado, el año en el que ya uno ve unas materia que eran terribles, que eran por así decirlo ¡el coco del colegio! lo que fueron química, trigonometría y la "peor" física y por cosas de la vida, más bien las influencias de esta señora la ubicaron como profesora de esta materia.
Todo el curso andamos con la expectativa de la clase, con las mas locas ganas de iniciar a introducirnos en estas materias, para fortuna de nosotros lo que fueron química y trigonometría fueron geniales y con la mejor docente que tenia ese colegio, al llegar la hora de física llego la docente con una mala cara, de mal genio y oliendo terriblemente a cigarrillo, que señora para fumar tanto!!; inicia ella con su clase tratando de explicar lo que se iba a ver en el resto del año escolar y haciendo una amplia introducción de esta, lo cual salimos ree.. Confundidos, entre un pánico y hasta miedo de hablar, con el susto de ganarnos sin pensar un buen regaño.
y en los dos años de física nunca le entendimos, nunca hubo buena comunicación, nunca dejo su cara de mal genio y se ponía pero cuando le decíamos que no entendíamos o le pedíamos de nuevo explicación, nunca dejo de fumar, siempre todo el curso perdíamos los exámenes, siempre la profesora de trigo nos explicaba, nos ayudaba con los ejercicios y trabajos y gracias a ella logramos terminar con éxito el colegio.
Es mejor terminar el colegio con la mejor imagen de este, de los profesores, de los compañeros y de las experiencias y todo esto se logra en gran parte con buenos docentes que nos guíen y ayuden en la finalización de esta importante etapa de la vida y en el inicio de otra aun mucho mejor.
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